martes, 24 de julio de 2012

NOVENA SESIÓN: CERRANDO EL CÍRCULO


Todos los procesos (por lo menos en los que he participado) tienen un momento de bache donde todo parece que pende de un hilo, donde los ánimos decaen y la tentación de abandonar el barco es bien grande. Una pequeña inflexión que puede marcar todo el camino. Normal pero peligroso.

El ejercicio de la creación juega con la incertidumbre, la ansiedad, la búsqueda de la luz entre tanta tiniebla, un combate que se libra principalmente con uno mismo, con el descubrimiento de los límites propios, con la exigencia de sobrepasarlos. Aprovecho entonces este espacio íntimo enmascarado en lo público, construido para los participantes de esta experiencia, para que respiremos bien hondo y nos retemos aún más con nosotros mismos. Incluyéndome. Retomar este blog es una forma de hacerlo.

La sensación que se percibe es la de empezar a cerrar un círculo que se ha ido alimentando de acciones semana a semana. Una lenta exploración por los distintos rincones de la casa, cada vez más reconocibles en esta ruta. En la presente sesión, cuatro nuevas propuestas fueron vistas. Acá una breve descripción de ellas.

Andrés  comienza jugando de nuevo con proyección sobre espejos buscando amplificar imágenes en un cuarto de mediano tamaño, algo así como pintar todo un lugar a través de reflejos múltiples, pero dentro del ensayo de ese ejercicio empieza a aparecer una acción performativa donde cada individuo que se presenta ante su imagen proyectada busca dibujar su silueta dentro del espejo como una manera de fijar huella en ese espacio. Anghello va en una dirección similar a la de Andrés, es decir, multiplicar imágenes a través de espejos y para ello está construyendo una esfera tipo discoteca para ir estudiando cómo funciona la relación objeto-proyección-espacio. Una búsqueda de ir afinando una forma para luego mirar el contenido o las sensaciones que produce.  Un cúmulo de ideas en permanente evolución.

Por su parte,  Arturo propone una nueva acción performativa de interacción con video, jugando con la idea de doble presencialidad, es decir, la imagen viva frente a una imagen pre-grabada pero que producen una imagen espectral  y que intuye una reflexión en torno a la identidad, la presencia y la apariencia.



La propuesta de Cristhian tiene que ver con generar una acción que busque una interacción más directa con el público, una conexión casi personalizada construida a través de la pregunta sobre la posibilidad de la búsqueda del desahogo. Para ello,  se construye un espacio que evoca los viejos confesionarios de iglesia, donde el sacerdote escondido en una imagen difusa se relaciona con el otro invitando a una conversación donde se privilegie la escucha. Una acción que buscaría ser sorpresiva en la medida que el performer no es fácilmente visible inicialmente y se activa en el instante que el espectador transite cerca del lugar donde se encuentra la acción escondida. Casi como estar hablando con los cuadros de la casa.

Después de esa ronda de presentaciones internas, se discute la necesidad de construir una acción en espacio público que sirva para alimentar la idea de voces externas dentro de la casa y que recoja impresiones de transeúntes alrededor de la pregunta de la objeción. Una acción que además sirva para conectarse con otras actividades desarrolladas en la Casa El Rehúso. La conclusión final  es que ya realmente empieza a configurarse un material sobre el cual construir una línea de montaje, donde se requiere una selección, una maduración de las distintas propuestas y un primer ejercicio de  construcción dramatúrgica. El siguiente encuentro será quizás la última sesión de improvisaciones, antes de arrancar a tomar decisiones más definitorias. Próximamente nuevas noticias.

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